El anuncio fue realizado durante un evento en el Jardín de Rosas de la Casa Blanca, denominado «Día de la Liberación» («Liberation Day»), donde Trump presentó estos aranceles como una «Declaración de Independencia Económica». Además del arancel general del 10%, se establecieron tarifas más elevadas para otros países, dependiendo de sus prácticas comerciales y aranceles previos hacia productos estadounidenses.
La implementación de estos aranceles ha generado preocupación en la comunidad internacional debido a posibles represalias y tensiones geopolíticas que podrían afectar el crecimiento económico global y aumentar la inflación. Economistas advierten que estas medidas podrían resultar en precios más altos para los consumidores y una posible recesión en Estados Unidos.
En cuanto a la República Dominicana, expertos locales han señalado que, aunque el arancel del 10% representa un desafío para las exportaciones hacia Estados Unidos, también podría abrir oportunidades para atraer inversiones de empresas que buscan evitar los aranceles más altos impuestos a otros países. La ubicación estratégica y la estabilidad económica del país caribeño podrían convertirlo en un destino atractivo para dichas inversiones.
El gobierno dominicano está monitoreando de cerca la situación y evaluando posibles respuestas para mitigar el impacto de estos aranceles en la economía nacional.
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